¿Eres consumidor de productos Apícolas?

Consumidor de productos Apícolas

En la actualidad existe una gran preocupación con todos los temas relacionados con la nutrición, dado que numerosos estudios epidemiológicos han puesto de manifiesto la íntima conexión que existe entre la dieta y su influencia en distintos procesos fisiológicos y patológicos que, si a lo largo de nuestra vida son importantes, adquieren una especial relevancia en la población anciana.

 

La nutrición de las personas de edad avanzada está condicionada por una serie de factores fisiológicos, físicos y sociales que paulatinamente van conformando los procesos de envejecimiento desde la edad adulta hasta la senectud, influyendo también en los mismos, de una manera importante, el tipo de dieta o alimentación que haya tenido durante toda su vida.

Por ello, se deben adecuar pautas nutricionales y planificar la alimentación de las personas mayores teniendo en cuenta estos procesos, así como las alteraciones patológicas más importantes que pueden presentar, sin olvidar el factor socioeconómico que será decisivo a la hora de establecer estas pautas.

 

A todo ello hay que sumarle los hábitos alimentarios que poco a poco han ido adquiriendo las personas de edad avanzada a lo largo de toda su vida y que influyen en su alimentación. A este respecto, hay determinados alimentos que, de forma habitual, se han ido introduciendo paulatinamente en su dieta por distintos motivos: culturales, por tradición, por costumbre, etc. Entre éstos se encuentra la miel, producto natural de la colmena que, desde hace muchos años, el hombre utiliza no sólo como edulcorante sino por sus propiedades medicinales conocidas, primero de una manera empírica y, más tarde, apoyadas en conocimientos científicos.

En Bolivia existen distintas zonas donde la apicultura tiene una gran importancia, siendo habitual la promoción para su consumo diario entre los habitantes, si bien, dado que en la actualidad estamos retornando a lo «natural», este producto apícola se está introduciendo en todos los lugares, y goza de una gran popularidad, empleándose, cada vez más, tanto en el campo de la medicina como en el campo de la dietética.

 

Del colmenar no solamente se extrae la miel sino que también se obtienen otros productos que están muy introducidos en el mundo de los dietéticos: polen, jalea real y propóleos, productos que cada vez se consumen más, aunque, sin embargo, muchas de las personas que los toman ignoran sus propiedades nutritivas y medicinales.

En lo anteriormente expuesto se apoya varios hipótesis y trabajos, cuyo objetivo principal es establecer los hábitos alimentarios de un colectivo de personas, fundamentalmente mayores de 65 años, respecto a la miel y el resto de productos que nos brinda el colmenar. Donde se hace relación a los hábitos alimentarios en distintos grupos en relación a diversos alimentos, pero ninguno relativo a estos productos naturales y que, sin embargo, son habituales en la dieta de estas personas, principalmente la miel, que la vienen utilizando muchas de ellas durante toda su vida en su alimentación.

 

Como resultado de estos estudios, se determina que la miel tiene una gran importancia en la dieta diaria, considerándola beneficiosa por sus propiedades nutritivas y también medicinales. Además, también se ha comprobado que la mayoría tiene poca información sobre la calidad de las mieles y, entre las preferencias predominan en general, las multiflorales y la extraordinaria y deliciosa miel unifloral, muy cotizada en nuestros mercados.

En relación a los otros productos obtenidos del colmenar, la mayoría no los conocen. Sin embargo, algunos de ellos, habitualmente toman productos dietéticos que sí los contienen, indicándonos un pequeño porcentaje que los consideran muy beneficiosos como complemento a su dieta diaria, por su aporte, principalmente, en micronutrientes y minerales.

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